domingo, 24 de marzo de 2013

Olvida

Paseo de San Carlos - Cádiz
 Imagen doble (trucada, de J. Madroñal)


Allí,
en las murallas de los besos
buscando tu boca salobre,
a oscuras nos besábamos
con un ansia inagotable,
buscábamos en los labios
urgentes placeres imposibles,
con la música de las mareas
rompiendo en las zapatas.
A veces, iban los corazones
como caballos desbocados,
mientras los salmos acordes
de la pleamar sosegada,
 servían de plácido bálsamo
a los cánticos del deseo.



Luego,
no sé que nos separó,
pero cada vez que paseé
aquel camino de olvido,
lo hice echando de menos
aquellos besos perdidos.


Allí, en el camino oscuro
de aquellos viejos muros,
aprendí que era el éxtasis
de los besos contigo.

Fotos del paseo de San Carlos

sábado, 16 de marzo de 2013

Las olas de tus mares


Sin las orillas de tus mares

por donde van perderse

por perderse sus andares.



Descalzo los atardeceres

oyendo la voz del viento

de poniente o de levante,

paseando tus riberas

por las húmedas arenas

solitario el caminante.



Lleva los labios salobres

de brisa y de sal marina,

y un horizonte de cobre

se refugia plácidamente,

antes de llegar la noche

cuando la tarde termina.





jueves, 7 de marzo de 2013

Agua



Agua


Montañas encadenadas

de blancas crestas heladas,

vierten el agua rumorosa

las generosas nevadas.




Agua que corre furiosa

arroya en las torrenteras,

se calma por los regueros

tornándose transparente

convertida en arroyuelos.



Riachuelo de agua fría

te alimentas de nevadas,

ríos que riegan las tierras

tan duramente labradas.



Agua de arroyos, regatos,

de fuentes, de manantiales,

agua que calma la sed

agua que apaga los fuegos

agua que sana los males.


Agua, agua cristalina,
agua, agua fuente de la vida.


sábado, 2 de marzo de 2013

Me gustan …


                                                      
Me gustan los amaneceres
encendidos como el fuego,
que prendiendo lentamente
encienden mis amaneceres.
                                                  

        
Me gusta la luz dorada
cuando deslumbra el Otoño,
me gusta esa luz que cae
cuando la tarde se muere.
        


      

Me gusta la luz que regala
el cielo azul del invierno,
aunque quemen mis labios
aquellos fríos eternos.
     

       

Me gusta esa luz irisada
colándose entre las ramas,
que transmuta los colores
al reflejarse en las aguas.
       
        
Me gusta la luz plateada
de las noches estrelladas,
cuando se refleja la luna
entre las charcas heladas.
            

                    
                       
Me gusta la luz del fuego
que caldea tu morada,
y el olor de esa madera
a los bosques arrancada.
                         


               

Me gusta esa luz tibia
que va precediendo al alba,
cuando el gallo te anuncia
que acaba la madrugada.
             


                

Me gusta la luz del Sur
la que las uvas doraba,
la que teñía sublime
de fuego rojo las aguas.
                   



del libro “ Los colores de la mar